Gracias a sistemas de manejo agroforestal, cosechamos açaí Berry en el Amazonas Colombiano y cacao en la Selva Lacandona, en Chiapas, sin el uso de fertilizantes y pesticidas químicos, sino que aprovechando de la flora y la fauna local en un ciclo perpetuo que emplea a las comunidades colindantes con la selva y conserva y regenera el bosque.