La agricultura regenerativa es una forma de cultivar que pretende sanar y mejorar la tierra, en lugar de utilizarla sólo para cultivar. Imagínese un huerto en el que, en lugar de limitarse a plantar hortalizas cada año, también se hacen cosas que enriquecen el suelo, sanan las plantas y mejoran el medio ambiente con el tiempo. Esa es la esencia de la agricultura regenerativa.

La agricultura es la actividad humana que más transforma el planeta. Producir y transportar alimentos 1) es causa el 30% de las emisiones de gas de efecto invernadero detrás del cambio climático; 2) es responsable por el 70% del consumo de agua en el mundo; 3) el 80% de la deforestación tropical; 4) y la erosión y desertificación del suelo por lo cual, según algunos estudios, solo nos quedan 40 cosechas antes de no poder producir más alimentos. 

Imaginen los ecosistemas naturales como proveedores de servicio que sostienen toda la vida en el planeta: la captura de carbono, la mitigación del clima, la polinización de las flores que nos darán fruta. Una orquesta maravillosa donde cada planta y animal cumple un propósito individual que contribuye al bienestar colectivo. La agricultura mete la pata en estos procesos, y es por esto que el futuro nuestro planeta y, por ende, el nuestro depende de una agricultura que no destruya, sino que regenere.

Suelo sano: cuidar la materia orgánica y los microorganismos del suelo con abono natural y prácticas que preservan la estructura y textura de la tierra, sin arar el suelo. Un suelo sano quiere decir plantas sanas y vegetales más nutritivos. 
Cultivos de cobertura: nunca de dejar los campos desnudos y sujetos a la erosión de viento y lluvia, sino  que contemplar plantas que protegen el suelo, lo mantienen húmedo y le aportan nutrientes. Piensa en ellas como una acogedora manta para la tierra.
Siembra variada: en vez de cultivar lo mismo una y otra vez, se plantan cultivos en rotación. Esta diversidad ayuda al suelo a mantenerse fértil y reduce las plagas de forma natural. 
Menos productos químicos: en lugar de pesticidas y fertilizantes sintéticos que tapan un problema pero causan otro (destruir materia orgánica, matar todos los insectos, inyectar venenos en la cadena alimentaria) se recurre a métodos naturales para combatir las plagas y las malas hierbas, como el uso de insectos beneficiosos y extractos naturales de plantas.
Diseño, diseño, diseño: si la agricultura convencional funciona de manera linear y simplifica procesos biológicos complejos con los agrotóxicos (con daños colaterales importantes), la regenerativa trabaja de forma circular. Lo primero es entender los patrones naturales de una región y adaptarnos a ellos en lugar de luchar en su contra, y diseñar agro-ecosistemas que replican la interacción entre plantas e insectos de la naturaleza para aumentar la eficiencia de las cosechas.

En resumen, la agricultura regenerativa es como darle a la tierra un tratamiento de spa. Se trata de trabajar con la naturaleza para crear un sistema sostenible y sano que pueda seguir produciendo alimentos para nosotros, al tiempo que cuida del planeta.

Vero Amore trabaja en un formato especial de agricultura regenerativa llamado sistemas agroforestales, que producen alimentos en lo que conservan hectáreas de bosque tropical. Es una  metodología que nos permite preservar y reforestar 11,000 hectáreas de selva entre Chiapas, Tabasco, el sur de Colombia y Bolivia. Y con ellos colibrís, jaguares y monos.

Nuestros héroes en los sistemas agroforestales son el açaí y el cacao orgánico Vero Amore:

Ayúdanos a preservar lo más bonito del planeta y a asegurar un futuro más verde para nuestros hijos y nuestras hijas comprando en nuestra tienda en línea.